Juan Angelov Bañuelos Rojas
La estrella de Belén no solamente estuvo presente en el nacimiento de Jesús, sino también fue testigo en 1972 del inicio de la vida del astrónomo mexicano Gerardo Ramos Larios, quien actualmente es investigador titular del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Ramos Larios asegura que desde niño deseaba tener la intención de enfocarse en el estudio de la astronomía: “Siempre me ha gustado ver el cielo, desde chico tuve un telescopio y una cámara y me gustaba tomar fotografías del cielo (…) Nunca tomé cursos de fotografía, siempre fue por conocimiento empírico. Desde chico, tuve la curiosidad de estudiar esta carrera”.
Para llegar a cumplir su sueño, Ramos Larios cursó la licenciatura y doctorado en Física en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingeniería (CUCEI) de la UdeG, donde se graduó por medio de una tesis enfocada en el área de astrofísica. Posteriormente, realizó un postdoctorado en Astrofísica en el Instituto de Astrofísica de Andalucía ubicado en Granada, España.
Durante su estancia como alumno, recuerda Ramos Larios, que tuvo una experiencia afortunada cuando realizaba una práctica junto a un compañero y un investigador en el Observatorio Astronómico Nacional ubicado en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California, en el que gracias a los cálculos que realizó su compañero lograron examinar un cometa en el instante que apuntaba el telescopio. “Eso para mí fue muy interesante, algo que no se había planeado se trazó en el momento y en menos de una hora ya teníamos las imágenes. Entonces fue genial hacer algo que no teníamos planeado”, rememora.
Tras esa observación inesperada y gracias a los resultados obtenidos, pudieron desarrollar una investigación que a la postre fue publicada.
Una vez formado como astrofísico, Ramos Larios lleva a cabo investigaciones en torno a cuerpos celestes, las cuales combina con su pasión con la fotografía: “Mi trabajo es obtener imágenes y otro son los espectros que vienen de las estrellas, para eso se pasa por un espectrómetro y está la descompone en sus principales líneas de emisión y de ahí estudiamos la composición de objetos a través de sus espectros y los complementamos con imágenes”.
En la actualidad se ha enfocado en las nebulosas planetarias que son objetos remanentes de una estrella muy evolucionada, las cuales tienen características muy diferentes a las del sol. En dicha investigación descubrió estructuras en forma de anillos, siendo ésta su principal rama de estudio.
Además de estudiar la Estructura Física de Nebulosas Planetarias, ha realizado estudios sobre Nebulosas Wolf-Rayet, Astronomía IR (Infrarroja) y Novas.
Para llevar a cabo sus investigaciones, ha asistido a las siguientes instalaciones: Observatorio Astrofísico Guillermo Haro, en Cananea, Sonora, México; Telescopio Nazionale Galileo, Nordic Optical Telescope y William Herschel Telescope, ubicados en La Palma, Islas Canarias, España y al Observatorio de Calar Altoen Almería, también en España. En palabras de Ramos Larios, el asistir a estos lugares le es una experiencia gratificante porque además de conocer, realiza lo que más le apasiona que es la ciencia.
A nivel académico, es investigador Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, asimismo, es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, Unión Astronómica Internacional y American Astronomical Society y por si fuera poco, fue el responsable del proyecto, construcción, manejo y puesta en marcha del Observatorio Astronómico de la Universidad de Guadalajara.
En su trayectoria como investigador y astrofísico, ha logrado publicar 83 artículos en revistas internacionales, 18 memorias de congresos internacionales, 11 artículos de divulgación, dos capítulos de libros y ha producido dos videos-documentales sobre astronomía y astrofísica.
A lo largo de su trayectoria ha recibido los siguientes galardones: primeros lugares en los Concursos de Fotografía Científica y Nocturna del CONACYT en 2008, 2009 y 2010 donde obtuvo mención honorífica, Premio Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación de Jalisco en 2010 y 2013, Cátedra Marcos Moshinsky en 2017 y ganador del Concurso Nacional de Fotografía CONACYT 2020.
El astrónomo asegura que, realizar ciencia en México es un proceso complicado, pues no existe el apoyo necesario: “No existen muchos recursos de investigación ahora mismo en México, existen, pero son muy contados, eso quiere decir que si tú quieres acceder para hacer una investigación tienes que competir con otros miembros que hacen ciencia en México”.
Recalca que el país se ha quedado rezagado en la astronomía, ya que se cuenta con un telescopio pequeño y desde hace aproximadamente 10 años se ha planeado la construcción de un nuevo telescopio más grande, pero, ante la falta de financiamiento económico, sólo se ha logrado realizar el diseño conceptual del mismo. Para la realización del proyecto se necesitan aproximadamente 70 millones de dólares.
A pesar de que su estudio no está enfocado hacia la astrobiología, Ramos Larios cree que no somos la única vida inteligente en el universo: “Personalmente considero que sí debe haber vida fuera de nuestro sistema solar, incluso en nuestro sistema solar algunas sondas espaciales han estado llegando a otros cuerpos (…) La escala que estamos investigando es super pequeñita, lo único a donde hemos pisado es la luna”. Aun con los rezagos tecnológicos que presenta México, es considerado una potencia tanto en Latinoamérica como a nivel mundial, debido a los descubrimientos que han realizado los astrónomos mexicanos. Es por ello que Ramos Larios incentiva a todas aquellas personas que deseen estudiar astronomía que deben dedicar tiempo, esfuerzo y desvelos, pero al final del día todo ese empeño va a rendir frutos porque te encontrarás en un lugar que te gusta.
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