Se realizó un estudio del agua usada para consumo y se obtuvieron resultados reveladores
José Alejandro Martínez Ibarra
Karla Nahomi Guerrero Ávalos
Ian Rogelio Lozoya Torres
Carlos Emmanuel Maciel Hernández
Noé Martell Quintero Aceves
Israel Ulises Velázquez Niebla
Yarely Celeste Zúñiga Flores
El agua es un recurso vital para la vida humana; el agua potable y accesible es importante para la salud pública, tanto si se utiliza para beber, para uso doméstico, como para producir alimentos o para fines recreativos. Sin embargo, el agua contaminada y su saneamiento deficiente contribuyen a poner en riesgo la salud del ser humano, relacionándose directamente con la transmisión de agentes causantes de diversas enfermedades gastrointestinales. Dichas enfermedades son todas aquellas patologías que afectan al sistema digestivo, las cuales pueden tener origen infeccioso y ser ocasionadas por bacterias, virus o parásitos que penetran al organismo comúnmente por medio de alimentos o agua contaminada con material fecal.
Algunos de los microorganismos más frecuentes causantes de enfermedades gastrointestinales son dos bacterias, Helicobacter pylori y Escherichia coli. Las enfermedades gastrointestinales se caracterizan por dolor abdominal o torácico, síndrome diarreico acuoso, náuseas, vómito, dificultad o dolor al ingerir alimentos, constipación o estreñimiento. En una forma aguda las enfermedades gastrointestinales pueden agravarse por deshidratación, sepsis, hemorragias o por sus consecuencias, como el choque. Los órganos mayormente afectados por enfermedades gastrointestinales son: estómago, esófago, duodeno, ano, recto e intestino delgado y grueso.
Las enfermedades gastrointestinales por el consumo de agua no potable son ocasionadas por agentes patológicos biológicos. Por lo general, estos agentes patológicos pertenecen al grupo de microorganismos que se transmiten por heces fecales (vía fecal-oral). Entre éstos, las bacterias coliformes fecales se encuentran en todo el ambiente, son comunes en el suelo y el agua superficial, pero se encuentran con mayor frecuencia en el tracto gastrointestinal. Los organismos coliformes son adecuados como indicadores de contaminación del agua con heces porque son habitantes comunes del tracto intestinal, tanto de las personas como de los animales de sangre caliente, donde están presentes en grandes cantidades. Las especies más comunes son E. coli, Enterococcus spp., Streptococcus faecalis, S. bovis/equinus, Enterobacter spp.y Klebsiella spp., entre otras.
El municipio de Amacueca se encuentra al sureste del estado de Jalisco, en las coordenadas 19º56’15’’ a 20º04’10’’ latitud norte, y 103º32’30’’ a 103º’40’00’’ longitud oeste, y a 1,800 metros sobre el nivel del mar. De acuerdo con las instancias de salud ubicadas en el municipio, la población de la cabecera municipal, así como de la vecina comunidad de los Chávez, se ve con frecuencia aquejada por diversas enfermedades gastrointestinales, lo que repercute en el desempeño académico y/o laboral de los habitantes. Por ello, con la finalidad de contribuir a esclarecer las causas de dichas enfermedades en la población se desarrolló un proyecto de investigación.
Se hizo una serie de entrevistas al personal médico, así como a los habitantes de las dos localidades bajo estudio con el fin de tratar de establecer cuál pudiera ser una causa importante de las enfermedades gastrointestinales que los aquejan, comprobarlo y buscar su solución. Se estimó, dadas las respuestas, que probablemente la ingestión de agua o alimentos contaminados fuera el origen de dichos padecimientos. El municipio ofreció investigar la contaminación en los alimentos, por lo que nuestro equipo de trabajo se enfocó en el agua. Para el análisis de la misma, en las cercanías de la comunidad de los Chávez se tomaron muestras de agua del nacimiento que abastece al pueblo, de la tubería conductora, del tanque distribuidor (el cual se encuentra descubierto) y de las casas de los habitantes. La última acción se realizó también en 40 casas de la cabecera municipal, distribuidas en los cuatro diferentes barrios. Cada muestra consistió en la recolección de 100 ml de agua de cada una de las fuentes en recipientes estériles y apropiadamente rotulados de acuerdo con la ubicación de la muestra. Del nacimiento se tomaron 25 ml de cada uno de cuatro puntos de muestreo distribuidos equidistantemente, dentro de lo posible. Lo mismo se hizo con el tanque distribuidor. En las viviendas se tomó la muestra directamente del grifo, cuidando de no tomar la primera muestra, por poder estar contaminada. La determinación de los indicadores bacterianos coliformes totales y coliformes fecales se realizó mediante un análisis microbiológico. Para ello, cada muestra se llevó a un laboratorio de Análisis Microbiológico privado, ubicado en Ciudad Guzmán, Jalisco.
Los resultados del estudio fueron sobradamente reveladores. La Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA-1994 indica que el máximo permitido de organismos fecales en agua potable deberá ser <1.1 NMP/100 ml (NMP = Número Más Probable). La muestra del nacimiento fue <1.1 NMP; lo mismo sucedió con la de la tubería conductora, lo que es indicativo de que se trata de agua apta para consumo humano. En contraste, la muestra del tanque distribuidor superó las 8 NMP/100 ml (indicativo de agua contaminada); reflejado igualmente ello en las muestras de las viviendas de ambas localidades, con resultados similares (8 NMP/100 ml). A pesar de no ser un nivel muy elevado de coliformes fecales, sí se considera un factor de riesgo de presentar enfermedades gastrointestinales. Al estar destapado el tanque distribuidor es susceptible de contaminación por partículas de heces fecales animales o humanas transportadas por el viento. Dos factores agravan aún más la situación. En varios domicilios se almacena el agua fuera de las casas, en tambos sin tapar, susceptibles de la contaminación por partículas igualmente transportadas por el viento. Segundo, la falta de hábitos de purificación del agua (por ejemplo hervirla) favorece la aparición de enfermedades gastrointestinales en ambas localidades. La solución pasa por cubrir el tanque de distribución, tapar los recipientes domésticos de almacenamiento y hervir el agua antes de beberla. Igualmente, la cloración por parte de la autoridad municipal impactaría favorablemente en la reducción de casos de enfermedades gastrointestinales en el área de estudio.
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