La curiosidad y el interés por la inteligencia artificial en la docencia son altos, sin embargo, la mayoría de los docentes posee una comprensión básica de ésta
Adriana Íñiguez
Víctor Aréchiga
Abraham López
Miguel Ángel Rangel
La inteligencia artificial en la docencia está abriendo horizontes inexplorados en el campo de la educación, marcando el inicio de una era donde la personalización y la eficiencia se sitúan en el centro del proceso de aprendizaje. Particularmente los Grandes Modelos de Lenguaje (LLM, Large Language Model, por sus siglas en inglés), tales como GTP-41 de la empresa Open IA o Gemini2 de Google. Un LLM es una forma de inteligencia artificial especializada que ha sido entrenada con grandes cantidades de información para aprender a comprender y producir texto de forma natural. Estos modelos son capaces de ejecutar diversas funciones, tales como contestar preguntas, crear contenido, revisar ortografía y gramática, y realizar análisis de textos. Pueden ofrecer a los estudiantes una guía personalizada y retroalimentación en tiempo real, lo que potencia el aprendizaje autónomo y profundiza la comprensión de los contenidos. Además, la automatización de tareas administrativas, la evaluación objetiva de trabajos y exámenes liberan a los docentes de cargas de trabajo onerosas, permitiéndoles concentrarse en el desarrollo de habilidades críticas y creativas en sus alumnos.
Una reciente encuesta realizada entre docentes universitarios arroja luz sobre sus opiniones y expectativas con respecto a esta tecnología emergente, ofreciendo una visión integral de su potencial impacto en el futuro de la enseñanza. La encuesta ha revelado valiosas perspectivas sobre el estado actual de conocimiento, las expectativas y las preocupaciones en torno a esta tecnología. El estudio revela que la curiosidad y el interés por la inteligencia artificial son altos, ya que el 93% de los docentes encuestados está dispuesto a utilizar la inteligencia artificial en su práctica docente y el 87% considera que la inteligencia artificial transformará la forma en que se enseña en las universidades. Sin embargo, la mayoría posee una comprensión básica de la inteligencia artificial, con un 83% de los docentes reconociendo que su nivel de conocimiento en este campo es moderado o escaso. Esta tendencia se extiende a las aplicaciones prácticas de esta tecnología en la educación, donde la mayoría admiten conocer poco sobre cómo esta tecnología puede ser aplicada efectivamente en el entorno universitario. Este punto de partida sugiere que, a pesar del rápido avance de las tecnologías, existe una desconexión entre los desarrollos tecnológicos y su aplicación práctica en el entorno educativo. Esto subraya la necesidad de programas de capacitación y desarrollo profesional que preparen a los docentes para integrar estas herramientas en sus metodologías de enseñanza.
En general, los docentes tienen un claro interés en explorar el potencial para personalizar el aprendizaje y automatizar tareas administrativas; no obstante, manifestaron su preocupación sobre los desafíos éticos y legales de la inteligencia artificial, especialmente en lo que respecta a la privacidad de los datos y el sesgo algorítmico. Estas preocupaciones están en línea con los debates actuales en el campo de la inteligencia artificial, donde la transparencia, la equidad y la protección de datos se han convertido en temas centrales. La implementación de la inteligencia artificial en la docencia, por lo tanto, debe ser acompañada de políticas claras y marcos éticos que garanticen el uso responsable de la tecnología. Existen algunas iniciativas dentro de la Universidad de Guadalajara, como Orientaciones y definiciones sobre el uso de la inteligencia artificial generativa en los procesos académicos. Guía práctica3, la cual tiene como objetivo proveer un recurso accesible, con consejos prácticos y recomendaciones para integrar la inteligencia artificial efectivamente en las aulas. Además, se promueve la capacitación docente a través de cursos especializados como “Herramientas de Inteligencia Artificial en la Docencia”, “Introducción a Inteligencia Artificial con Phyton” e “Introducción al diseño de prompts en ChatGPT: Creando consultas efectivas”, todos disponibles a través del área de Programas Docentes de la Secretaría Administrativa del Centro Universitario del Sur (CUSur)4, fortaleciendo el compromiso de la capacitación y modernización educativa.
Existe una gran expectativa de lo que la inteligencia artificial puede traer a la educación. Esta tecnología tiene el potencial de transformar radicalmente la manera en que se enseña, aprende y evalúa. Puede ahorrar tiempo a los profesores en tareas repetitivas y fomentar enfoques innovadores en la enseñanza. Para alcanzar este futuro, será fundamental abordar la necesidad de capacitación docente constante, las preocupaciones sobre el plagio, la autenticidad del aprendizaje, la evaluación académica, la privacidad y la seguridad al utilizar esta tecnología en el aula. La regulación y supervisión activa por parte de los docentes serán aspectos clave para garantizar un uso adecuado en el ámbito educativo, asegurando que la integración de la inteligencia artificial en la educación beneficie a todos los participantes del proceso educativo.