Nadia Cea
El cambio de uso de suelo, el cambio climático y el asentamiento urbano han transformado el estilo de vida de diferentes animales terrestres y marinos, entre ellos los anfibios, que forman parte de las especies que se han visto afectadas por las constantes alteraciones a su ecosistema y alimentación, al grado de permanecer en una situación vulnerable para su existencia.
El estudiante de doctorado en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas del Centro Universitario en Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, Eduardo Huerta García, comenzó una investigación en la que a partir de inquietudes y su gusto por los animales, se contactó con diferentes investigadores de su centro universitario y de la Universidad Nacional Autónoma de México para realizar estudios sobre el impacto que tiene la contaminación del agua por la urbanización, la presencia y ausencia de otros animales en las ciudades y los cambios climáticos en la dieta de dos especies de anfibios.
Huerta García menciona que en esta investigación se ha encontrado con 6 diferentes especies de anfibios, pero su enfoque va en un tipo de sapo llamado Incilius Marmoreus, y un tipo de rana pequeña llamada Leptodactylus Melanonotus, asociadas a cuerpos de agua y lugares con alta humedad. La alimentación de estas especies se basa principalmente en insectos y accidentalmente de material vegetal como rocas, ramas, pasto u hojas de árboles, sin embargo, “la contaminación del agua y la presencia de agentes químicos en ellas, o los asentamientos urbanos, hacen que la rana tenga que desplazarse a otros ambientes para poder alimentarse, y eso también les afecta en su dieta, ya que en algunos sitios que son menos perturbados por los asentamientos urbanos, se llega a observar una diversidad diferente en cuanto insectos, podemos encontrar libélulas, mariposas de diferentes especies, abejas, avispas, escarabajos, pero en los asentamientos urbanos hemos notado que también disminuye mucho la diversidad de insectos con las que las ranas puedan alimentarse”.
De acuerdo con el investigador, este tipo de anfibios, pueden estar durante todo el día en cualquier tipo de zona, siempre y cuando esté húmedo o cerca de un cuerpo de agua. Huerta García, comenta que para realizar esta investigación se realizó mucho trabajo de campo, en el que se hizo observación de 10 sitios céntricos del estado de Colima, donde se realizaron trabajos de captura, análisis de comportamiento, movimiento, canto, e identificar qué otras especies se encontraban en la zona sin dejar el enfoque en las especies ya mencionadas.
La investigación lleva un año de trabajo desde su comienzo y ha pasado por diferentes etapas y temporales, como la colecta de ejemplares en temporada de lluvias, y en temporada de secas, la búsqueda de insectos para conocer de qué se alimentan en estas épocas del año.
En palabras del investigador, incluso con la diversidad de insectos con los que llegan a alimentarse y la necesidad de pertenecer a lugares húmedos o con agua, se llegan a escuchar y a ver en menor cantidad las especies de ranas en las ciudades durante todo el año. Los resultados de la observación de esta investigación demostraron que “México ocupa el 5to lugar a nivel mundial en cuanto a diversidad de anfibios, y el hecho de saber que ocupamos el quinto lugar a nivel mundial y saber que las poblaciones están disminuyendo, incluso que algunas especies se han extinguido es algo que preocupa, pues esto causa que vayan disminuyendo o se vayan desplazando a otros sitios, entonces mientras más vayan creciendo los sistemas de urbanización, van disminuyendo los ambientes naturales, lo cual hace que los anfibios pierdan sus ecosistemas y disminuyan sus poblaciones”.
El investigador también comenta la necesidad de realizar esta investigación es a partir de la poca información que existe sobre este tipo de especies, incluso al ser animales comunes de encontrar en diferentes territorios de México. Es por ello que al tener un acercamiento con los investigadores y científicos con quienes realizó el estudio, busca apoyar a la concientización del respeto a los anfibios y los ecosistemas para evitar la extinción animal o la aceleración de la misma.
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