Los alumnos de esta licenciatura conforme cursan diversos semestres adquieren malos hábitos en torno a la higiene del sueño mientras buscan progresar de manera continua académicamente

Top Doctors

Paulina Alejandra Vaca Vargas
Hilary Janitzia Gómez Rico 
Hannia Guadalupe Jiménez Muñoz

Virginia Gabriela Aguilera Cervantes

Según el libro Fisiopatología de Porth, de los autores y editores Tommie L. Norris y Rupa Lalchandani, definieron el sueño como un periodo de inactividad, inconsciencia y restauración de la función física y mental. El sueño es un proceso biológico relevante para los seres vivos, y durante este, ocurren procesos vitales como: consolidación de la  memoria, conservación de la energía, eliminación de sustancias de desecho, regulación metabólica, entre otros. El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos mide el sueño en un ciclo que consta de  dos partes: la etapa del movimiento ocular rápido, mejor conocido por sus siglas en inglés como REM (Rapid Eye Movement), y la etapa No REM (Non Rapid Eye Movement). Este ciclo se repite alrededor de 4  a 6 veces por noche. Durante el sueño, los periodos REM se hacen más largos y cercanos entre sí. De acuerdo con Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos en el año 2022, una alteración del sueño se considera un cambio en el patrón del mismo, que comprende desde la dificultad para quedarse  dormido, sueños turbios, apnea del sueño (ronquidos o dificultad para respirar durante la noche) y el sonambulismo. Esta última parte se considera dentro de la etiología multifactorial, o sea, parte de la medicina que se dedica a estudiar los factores y orígenes de las enfermedades. 

En el libro Texto Introductorio de Psiquiatría de Donald W. Black  y Nancy C. Andreasen, clasificaron el sueño normal en adultos en 5 etapas: 

  • Etapa 0: Es un periodo de vigilia con los ojos cerrados que ocurre de inmediato antes del inicio del sueño.
  • Etapa 1: Llamada etapa de inicio de sueño o somnolencia, esto porque constituye  una breve transición de la vigilia del sueño, representa alrededor del 5% del periodo de sueño total.
  • Etapa 2: El tono muscular aumenta, no hay movimientos oculares, en esta etapa representa del 45 al 55% del tiempo total del sueño.
  • Etapa 3: Sueño de ondas lentas o sueño profundo y ocurren los mismos cambios físicos que en la etapa 2,  esta etapa constituye del 15 al 20% del sueño. 
  • Sueño REM: Durante esta etapa ocurre un estallido de movimientos oculares conjugados rápidos y reducción del tono muscular, constituye del 20 al 25% del periodo del sueño total.

Los servicios de salud del Gobierno del Estado de San Luis Potosí en el 2021, conceptualizaron la higiene del sueño como un conjunto de actitudes y hábitos que nos permite conciliar adecuadamente el sueño para poder dormir profundamente. El humano necesita dormir, por ello es necesario un número suficiente de horas de sueño y que éste sea de calidad y reparador, que permita restaurar el organismo, y así, ayudar a prevenir las enfermedades crónicas y degenerativas futuras. 

Visión general del problema de salud
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) en el 2016, se observó un tiempo de sueño reducido menor a 7 horas en el 28.4% de la población mexicana. Además, el insomnio (no dormir más de 3 días a la semana) es un problema en el 18.8% de la población encuestada.

Población de estudio
La Universidad de Guadalajara, en el Centro Universitario del Sur (CUSur) ofrece la licenciatura en Médico Cirujano y Partero, la cual tiene una duración de 12 semestres (6 años) y requiere completar 496 créditos en cuatro años teórico-prácticos, más un año de Internado de Pregrado y un año de servicio social para obtener el título. Durante este periodo, existe un plan de estudios que abarcan diferentes áreas de la salud, y algunas de éstas cuentan con prerrequisitos para poder ser cursadas, lo que puede influir en la cognición del alumno (su capacidad de procesar información), ya que debe incrementar cada semestre de manera que le permita tener los conocimientos mínimos necesarios para cursar las siguientes áreas de formación .

Los alumnos de esta licenciatura conforme cursan diversos semestres adquieren malos hábitos en torno a la higiene del sueño mientras buscan progresar de manera continua académicamente. Es decir, entre más avanzado sea el semestre en el que se encuentra el estudiante, peor serán  sus hábitos de sueño. 

Nuestra población de estudio es de 30 estudiantes que cursan la carrera de Médico Cirujano y Partero del CUSur. Para este estudio se consideró a al menos un alumno de cada semestre, sin distinción de sexo, edad, sin considerar el lugar de origen de cada estudiante (ciudad o municipio), servicios públicos, condiciones, ni su estatus socioeconómico. Para analizar la calidad del sueño de los alumnos se realizaron formularios virtuales. En esta muestra, se empleó el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh (ICSP), que es considerado  el instrumento con mejor precisión y eficiencia para diagnósticos del sueño.

Para hacer el análisis respecto a la hipótesis presentada en nuestra población de estudio, se encuestó a diversos alumnos de Médico Cirujano y Partero con el ICSP, el cuál contiene 19 reactivos que evalúan 7 dimensiones relacionadas con la calidad de sueño. Dichas dimensiones son: 1) Calidad de sueño subjetiva, se refiere a que tan «bien» o «mal» las personas perciben que duermen; 2) latencia de sueño, se refiere al tiempo que toma quedarse dormido a partir de que se comienza a intentarlo; 3) duración del dormir, es decir, la cantidad de horas que duermen; 4) eficiencia de sueño, se refiere al porcentaje de tiempo que se duerme respecto al tiempo que se pasa en cama acostado; 5) alteraciones de sueño, implica síntomas de insomnio, apnea y dificultad para mantener el sueño por mencionar algunos; 6) uso de medicamentos para dormir y 7) disfunción diurna, se refiere a la sensación de somnolencia durante el día y las posibles dificultades que se pueden presentar a causa de la misma. Las respuestas se valoran entre 0 y 3 puntos. En todos los casos, una puntuación de 0 indica facilidad, mientras que una de 3 indica dificultad severa, dentro de su respectiva área. La puntuación de las siete áreas se suman para dar una puntuación global, que oscila entre 0 y 21 puntos. 0 indica facilidad para dormir y 21 dificultad severa en todas las áreas. La precisión con la que el ICSP evalúa la calidad de sueño se ha comprobado con estudios que involucran distintos grupos de participantes (adolescentes, adultos, adultos mayores, etcétera).

Abordaje previo
En un estudio realizado en el 2022 por diferentes investigadores pertenecientes al CUSur, se examinó una posible asociación entre la calidad del sueño y funciones ejecutivas de una muestra de alumnos del primer semestre de medicina del este centro universitario, que concluyó en que la carga académica de estos estudiantes genera problemas de sueño relacionados con la disminución de horas y la eficiencia del sueño.

Por otro lado, según un estudio transversal analítico realizado por Fiorella Armas Elguera y colaboradores en el 2021, se  tomaron dos cuestionarios con consentimiento informado, en el que se incluyó a 217 estudiantes de la carrera de medicina matriculados en el primer, segundo, quinto y sexto semestre, y se evaluaron bajo el Inventario de Ansiedad de Beck, que evalúa los niveles de ansiedad de una persona a base de propiedades psicométricas, y  el cuestionario de Oviedo, que a través de una encuesta ayuda a diagnosticar la calidad de sueño de las personas. Ésta investigación concluyó, con base en estos cuestionarios, que el 43,3% tuvo  un nivel de ansiedad mínimo, el 16,7% tuvo ansiedad moderada y el 6,5% tuvo ansiedad grave. En total de los encuestados, presentaron ansiedad general el 23,3%, insomnio el 37,2%, e hipersomnia (facilidad excesiva para conciliar el sueño) el 2,3%. Según los autores, esta información es importante ya que manifiesta un problema prevenible y facilita el desarrollo de programas de prevención con respecto a la ansiedad, y así mejorar los trastornos del sueño, algo que se vería reflejado en la calidad académica en los estudiantes de Medicina.

Además, estudios realizados en universidades de Lambayeque, Perú publicados en la revista Neurología Argentina, a estudiantes de medicina humana reflejaron que el 79,9% presentaban mala calidad del sueño; este resultado fue alarmante pues en estudios previos en el mismo país el  porcentaje de mala calidad del sueño no eran tan altos. Al buscar estudios realizados en estudiantes de medicina de diversos países de Latinoamérica, se encontró que la mala calidad  va del 67 al 82%, todos ellos evaluados con el índice de calidad del sueño de Pittsburg. Se observó que el promedio de malos dormidores en estudiantes de medicina es del 76,33% y de estudiantes de ciencias de la salud (que no incluye medicina) fue del 74,17%, es decir, la frecuencia de ambos grupos es muy similar, además coincidían en los factores que perjudican  el sueño tales como el uso de sedantes, adicción a internet y la falta de actividad física.

Los autores resaltan que una mala calidad del sueño en los estudiantes universitarios,    afectaría tanto el rendimiento motor como el cognitivo, el estado de ánimo, e incluso, los aspectos metabólicos. Todo esto debido a que en el sueño hay una recuperación física y mental, organizándose la memoria e inteligencia, entre otras funciones superiores, repercutiendo en el desempeño de la persona.

Por lo general, los universitarios suelen tener malos hábitos relacionados con el sueño  debido a la carga horaria que requieren la mayoría de sus materias, inclusive, los diversos estudios realizados y ya mencionados en esta investigación fundamentan que, en su mayoría , son todos aquellos dedicados al área de la salud, especialmente los médicos. Se cree que esto  es por diversos factores, principalmente por la cantidad de trabajo y material que tienen que estudiar de manera diaria. Sin embargo, los malos hábitos de sueño también podrían tratarse de una combinación entre lo que se mencionó anteriormente y una mala administración del tiempo para realizar todas sus actividades cotidianas. Se pretende que al concluir esta investigación la gran parte de estos estudiantes sean conscientes de los efectos a corto, mediano y largo plazo de lo que mantener estos hábitos pueden generar en su salud mental.

Por tanto, se considera fundamental hacer conciencia sobre todos aquellos malos hábitos que se han generado en los universitarios y que irrumpen de alguna forma el ciclo del  sueño, como lo puede ser el consumo de cafeína, el uso del teléfono móvil antes de dormir y el consumo de algunas drogas como la nicotina.

En un estudio realizado por investigadores españoles publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia, se observó qué hábitos relacionados con la higiene del sueño resultaban favorables para combatir los trastornos del sueño y la somnolencia diurna en estudiantes universitarios para mejorar su calidad del sueño, y mencionan que llevar a cabo diferentes estrategias para antes de irse a dormir como evitar productos que contienen cafeína al menos cuatro horas de dormir, evitar la nicotina al menos una hora antes de conciliar el sueño, evitar el alcohol, comidas abundantes inmediatamente antes de irse a la cama, acostarse con hambre, evitar practicar ejercicio intenso en las dos horas previas a irse a la cama, y realizar actividades para mantener el dormitorio tranquilo y ordenado, intentar que la cama sea lo más cómoda posible, evitar temperaturas extremas en el dormitorio, evitar en la medida de lo posible ruidos y luces durante la noche, evitar utilizar la cama para otras tareas que no sean dormir o practicar sexo ayudan a mantener los horarios regulares de vigilia-sueño. En cuanto a las conclusiones de los resultados de este estudio, se deduce que “es la práctica y no el conocimiento de unos adecuados hábitos de higiene del sueño lo que se relaciona con una mejor calidad de este”, mencionan. 

A pesar de que la higiene del sueño probó una mejoría en la calidad de este, se concluyó que su eficacia por sí sola no es suficiente para tratar los trastornos del sueño, por lo que se recomienda el uso del método en combinación con otras terapias psicológicas.

Propuesta de mejora
Podría realizarse una intervención con los alumnos de manera que se promuevan estrategias adaptativas a lo largo del semestre, adoptando hábitos de higiene del sueño saludables, manteniendo un equilibrio en la calidad y horas de sueño adaptadas. Los recursos necesarios serían instalaciones del centro universitario, así como diversas fuentes de información adecuadas para transmitir la importancia de la higiene en el sueño, así como sus posibles consecuencias con el transcurso del tiempo.

Conclusiones finales
A partir de las encuestas realizadas se obtuvieron diversas conclusiones. El promedio de los alumnos en el cuestionario de Pittsburg de Calidad de Sueño en total fue de 9.06 (menor a la mitad del puntaje máximo) por lo que se podría interpretar que no necesariamente todo alumno con una gran carga horaria presente problemas en la calidad de su sueño; y un problema de estos podría atribuirse más bien a la dificultad de los alumnos para administrar su tiempo o ser derivado de un trastorno psiquiátrico. Sin embargo,  son aspectos que no podemos confirmar, ya que también deberían ser estudiados para un resultado más preciso. Otra alternativa para obtener resultados más exactos con respecto a los hábitos del  sueño sería encuestar a toda la comunidad estudiantil de Médico Cirujano y Partero del CUSur, de manera que se pudiera analizar de forma completa y objetiva a los estudiantes. Para finalizar, uno de los obstáculos de esta investigación fue el poco alcance de difusión sobre este estudio, ya que, entre más alumnos encuestados, más obtención de datos sobre este tema. 

Si bien, mencionamos que el índice no supera la mitad del puntaje máximo, en la encuesta pudimos encontrar diversos indicadores alarmantes y creemos que el tener estas estadísticas podría ayudar a implementar planes de acción para mejorar estos aspectos a largo plazo. Un indicador que es relevante resaltar fue que la duración del sueño de la mayoría de los estudiantes encuestados fue del 36% de la población de estudio, lo que indica que duermen cuatro horas diarias en promedio, mientras que un 26.7% de los encuestados respondió que duermen aproximadamente cinco horas diarias; solo una persona de todos los encuestados estimó que duerme 8 diariamente; y 4 de los estudiantes duerme un promedio de siete horas diarias. La Academia Americana del Sueño recomienda de siete a ocho horas de sueño por día en adultos de 18 años o más, y los datos obtenidos en la encuesta reflejan que solo un 16.3% de la población estudiantil de Médico Cirujano y Partero del CUSur duerme las horas necesarias, mientras que el 83.7%  de estos estudiantes presentan privación del sueño, la cual según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos es una afección que se produce cuando una persona no duerme lo suficiente.  La deficiencia de sueño puede provocar problemas de salud física y mental, lesiones, pérdida de la productividad, e incluso, una mayor probabilidad de muerte, además, puede interferir con el trabajo, la escuela, la conducción de vehículos y el desempeño social, podría tener problemas de aprendizaje, concentración y reacción, y al mismo tiempo,  puede provocar frustración, mal humor o preocupación en situaciones sociales.

Algunos de los síntomas mencionados que se pueden producir a partir de la privación  del sueño en las personas ya se encuentran presentes en la población encuestada; pues de acuerdo a los datos obtenidos, el 93.3% en el último mes ha presentado somnolencia en sus actividades diarias, tales como comer o conducir, lo que implica un gran peligro para la salud  y vida de personas que realizan cotidianamente la última actividad mencionada. Otro de los  síntomas destacables es el problema para tener ánimos al realizar las actividades cotidianas;  el 36.7% indicó tener un problema con esto, un 36.7% menciona tener solo un leve problema  en su estado de ánimo mientras realiza sus actividades, y el 6.7% indicó presentar un grave problema en este aspecto. Se observó que más de la mitad de estudiantes encuestados presenta algún tipo de problema en su vida diaria derivado de una deficiencia en sus horas diarias de sueño. Por lo anterior, nos resulta importante aplicar o promover la implementación de diversas acciones respecto a esta situación tales como: horarios y rutinas regulares para toda  actividad cotidiana, crear una ambiente que propicie y beneficie el sueño en la persona, encontrar estrategias para la gestión del estrés (que también podría ser un factor de un mal manejo del tiempo en general),  y el asesoramiento enfocado en la salud mental de los estudiantes.

Otro aspecto de los resultados a destacar es que el 50% de encuestados describe la calidad de su sueño en el último mes como “muy mala”. Si bien este indicador es subjetivo,  es importante recordar que es la percepción personal del encuestado, y por lo tanto, puede sentir que no tiene un descanso óptimo si consideramos su respuesta.

No tienen que estar alterados todos los indicadores de la calidad del sueño para que se pueda considerar un problema, ya que basta con comparar y analizar las respuestas y puntajes de los encuestados para percibir que al menos la mitad de estos percibe problemas en su vida diaria por una deficiente calidad en su sueño o por una privación de este mismo.

Según las encuestas, podemos decir que no necesariamente se deteriora la calidad del sueño conforme los alumnos avanzan sus semestres en la carrera, por lo que la duración y calidad del sueño podría verse afectada por diversos factores que también  resultan de interés para ser estudiados, tales como la administración del tiempo de los universitarios, la cantidad de estudiantes que tienen un trabajo fijo además de estudiar, así como los alumnos que emplean demasiado tiempo en transportarse de manera diaria de su casa a la universidad. El estudio de las situaciones anteriores nos permitirá un mejor  entendimiento de la situación general, lo que facilita el enfoque a tomar en las posibles intervenciones futuras para mejorar el tiempo de sueño en los estudiantes de Medicina.

Tomando en cuenta los resultados según el semestre que curse cada alumno, podemos  concluir que el cursar un semestre avanzado no significa que su calidad o cantidad del sueño estará deficiente, por lo cual, resaltamos que debería estudiarse el manejo y administración del tiempo de cada estudiante, para detectar más factores que determinen la calidad y eficiencia del sueño en los alumnos de medicina del CUSur.

Los resultados obtenidos nos recuerdan la necesidad de investigar y analizar todos los  factores condicionantes para una calidad y duración apropiada en el sueño de todo estudiante,  de manera que se puedan desarrollar diversos proyectos de intervención en los que se promueva el bienestar general de las personas, así como el interés por la salud mental en que los   alumnos se sientan identificados, atendidos y en un lugar seguro donde puedan aprender diversas estrategias relacionadas a la higiene del sueño.

hilary.gomez8346@alumnos.udg.mx
hannia.jimenez5986@alumnos.udg.mx
paulina.vaca2177@alumnos.udg.mx
virginia.aguilera@cusur.udg.mx