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Nadia Cea

Jaqueline García

Desde el 2015 cada 11 de febrero se celebra el Día internacional de la niña y la mujer en la ciencia. Fecha conmemorativa decretada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). De esta forma se busca fomentar a niñas y jóvenes a desarrollarse dentro del ámbito científico y tecnológico y reconocer la labor y la importancia que tienen las mujeres en el estudio de ciencia, tecnología e ingeniería.

Son muchas las mujeres que forman parte del ámbito científico en el Centro Universitario del Sur (CUSur), quienes han llevado a cabo investigaciones a nivel nacional e internacional y han sido pieza esencial en la formación de las y los estudiantes del centro universitario. Muchas de ellas pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) debido a su capacidad y a la importancia de sus investigaciones. Entre estas investigadoras se encuentran la doctora Zyanya Reyes Castillo, doctora Fátima Ezzahra Housni, doctora Elia Herminia Valdés Miramontes y la doctora Alma Gabriela Martínez, todas pertenecientes al Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (IICAN) del CUSur. En este texto se busca dar a conocer los inicios en el área de la ciencia de cada una de las investigadoras, sus experiencias, sus aprendizajes, sus áreas de investigación y sobre todo visibilizar la importancia de su labor con beneficio social, científico y ambiental.

Zyanya Reyes Castillo

Química Farmacéutica Bióloga por la Universidad Autónoma de Sinaloa, maestra y doctora en Ciencias Biomédicas con Orientación en Inmunología por la Universidad de Guadalajara. Sus líneas de investigación están vinculadas con genética e inmunología. Actualmente es directora del IICAN en el CUSur y tiene dos proyectos que está desarrollando: Anticuerpos contra hormonas que participan en la regulación del metabolismo y de la ingesta de los alimentos, donde estudia la intersección entre el sistema inmune y la regulación del apetito. Otro de sus proyectos es una investigación que surgió tras la pandemia por Covid-19, que investiga variantes en genes del sistema inmune y la manera en que se asocian con la producción de anticuerpos en personas que reciben las vacunas. Es una forma de investigar cuáles son las bases genéticas o moleculares que pueden explicar esta respuesta a las vacunas, por qué algunos reaccionan de una forma y otros de otra.

Reyes Castillo decidió dedicarse a las ciencias desde que era pequeña y cuando estudiaba preparatoria tuvo claro que quería ser investigadora. Siempre le atrajeron las revistas de ciencia y se visualizaba en un laboratorio. Un aspecto que influyó y motivó su decisión fue que su padre es investigador dedicado a la botánica, quien la acercó a los laboratorios y la enseñó a utilizar el microscopio desde pequeña. Una motivación más fue ver a su madre retomar sus estudios de Psicología después de detener su carrera por el embarazo. 

Para Reyes Castillo los aprendizajes en la ciencia son infinitos: “Yo creo que es justamente lo que más me apasiona, pues es un trabajo poco rutinario, porque siempre hay que mantenerse actualizado. Cada reto, cada proyecto que tú inicias te obliga a que investigues, a que aprendas nuevas cosas, siempre es esa sensación de que estás en un terreno nuevo, poco explorado y de que tienes que estar aprendiendo”. 

Uno de los aprendizajes más significativos en su formación ha sido entender que la ciencia es importante para que se puedan seguir desarrollando las sociedades y la especie humana: “La ciencia es justa, te va arrojar una verdad o un dato que puede romper todo lo que tú pensabas, tus ideas, y estos datos pueden ser algo que no esperabas o un dato incómodo, pero al final te acerca más a la verdad”. 

Así mismo asegura que un aspecto importante cuando se trabaja en la ciencia es mantenerse humilde, pues considera que si se cree tener todo el conocimiento será difícil seguir aprendiendo: “Otro aspecto importante es mantenerse actualizado, pues diariamente se publican cientos de artículos científicos y datos nuevos, por lo que es importante entender que hay cosas que no conocemos y tener una mente y un pensamiento flexible”.

A lo largo de su carrera como investigadora ha notado algunas carencias dentro del medio científico como los pocos recursos económicos destinados a la ciencia, particularmente en México. De acuerdo con la doctora, el Producto Interno Bruto (PIB) de México que se destina a la investigación es muy poco; por lo tanto, cree que hay una carencia importante y que se deben replantear estas políticas: hacer más sencillos los procesos de obtención de recursos para los proyectos de investigación e incrementar las convocatorias de financiamiento. De acuerdo con Reyes Castillo, casi todas estas convocatorias son a través de fondos gubernamentales, por lo que en su opinión, faltan apoyos de la industria privada para brindar más opciones a las investigadoras e investigadores.

Por otra parte, la doctora ha notado las brechas de género en este ámbito, que en su opinión, son evidentes. En las aulas se ha percatado de que ya se cuenta con muchas mujeres estudiando ingenierías y ciencias duras, y eso le alegra, pero cuando se analizan los posgrados ha notado que existe un predominio de los hombres en los puestos de liderazgo. Asegura que la brecha de género sigue existiendo y que hay una necesidad de que se equilibre mediante convocatorias para que se puedan continuar los estudios de posgrado, becas para madres de familia, para que la maternidad no sea un factor que trunque los estudios, además de incrementar la educación desde etapas tempranas para las posiciones de liderazgo de las mujeres.

Otro aspecto que la hace cuestionarse es cómo actualmente la ciencia ha perdido visibilidad y respeto, sobre todo porque existe desinformación en internet y en redes sociales y se pone en tela de juicio los temas de salud. Ante esta situación considera importante reforzar el pensamiento científico desde etapas tempranas. 

Sus propósitos son priorizar el impacto colectivo, crear mejores oportunidades para las investigadoras y los alumnos y hacer nuevas propuestas para incidir en la sociedad, porque en sus palabras, si la ciencia está alejada, no se aplica el conocimiento y no se genera información útil para la sociedad no tiene razón de ser. 

Considera necesario que exista un día conmemorativo para la niña y la mujer en la ciencia porque hay muchos estereotipos y es necesario tener referentes de la ciencia, visibilizarla, crear referentes científicos; que las niñas tengan esos ideales, se motiven y se dé a conocer su trabajo, pero sobre todo que se puedan identificar en el mundo de la ciencia.

Su estancia en la Universidad de Rochester en Nueva York, fue significativa porque aprendió a desenvolverse y confiar en sí misma. Conoció al investigador Tim Mossman en un seminario: “Estar conviviendo en los seminarios con los investigadores a los que leías, a quienes escriben los libros, son cosas que te van marcando, pero al final te das cuenta que todos son humanos y son humildes y se equivocan, eso es significativo porque te das cuenta que cualquier persona puede ser el científico que sueñas”.

Como científica el mensaje que desea dar a las mujeres y a las niñas que quieren dedicarse a esta área es que experimenten la ciencia para darse cuenta si es lo que les gusta y de ser así, aprovechen todas las oportunidades, que las busquen, que no tengan miedo, que confíen en sí mismas, que se acerquen a investigadoras, pidan estancias y veranos de investigación, pues son buenas oportunidades para incursionar en la investigación. 

Fátima Ezzahra Housni

Es doctora en Ciencia del Comportamiento con Orientación en Alimentación y Nutrición por la Universidad de Guadalajara, maestra en Ciencias del Mar y del Litoral por el Institut Universitaire Européen de la Mer (IUEM) de Université De Bretagne Occidentale, Francia. Tiene una especialidad en Geociencias y una maestría en Ciencias y Tecnología por la Universidad de Cadi Ayyad en Marruecos. Es miembro de la Red Internacional de Investigación en Comportamiento Alimentario y Nutrición (RIICAN).

Ezzahra Housni es originaria de Marruecos y en su llegada a Ciudad Guzmán optó por estudiar Ciencias del Comportamiento Alimentario en el CUSur. Actualmente está trabajando en una investigación con relación a la alimentación y el medio ambiente. Trabaja en huella hídrica y carbono, dietas sostenibles y seguridad alimentaria en el IICAN. También imparte clases en la licenciatura en Geofísica del CUSur. Además, trabaja en geofísica ambiental. 

Decidió dedicarse a las ciencias porque es algo que personalmente le apasiona, considera que cuando se trabaja por horas en este ámbito el tiempo transcurre de manera rápida, debido a que es algo que le gusta. Desde que se encontraba en la facultad de ingeniería no pensaba en enfocarse en un trabajo, siempre pensó en estudiar y capacitarse más.

En su opinión, los aprendizajes en este ámbito han sido bastantes. Explica que cuando da clases en el IICAN los estudiantes se van y ella se queda con muchas ideas, y el aprendizaje es un ejercicio del día a día. Considera que ha salido de su zona de confort, pues comenzó dedicándose a las ciencias exactas para posteriormente dedicarse a las ciencias de la salud. A lo largo de sus años de estudio ha abierto su mente y ha entendido que todas las áreas de investigación son complementarias.

Para ella el desafío más grande en la ciencia no son los recursos humanos, ni el pensamiento de los estudiantes, sino el presupuesto para impulsarlos a realizar investigaciones. También ha notado desigualdades entre países, cuando se envían publicaciones de México y Latinoamérica y se les da prioridad a aquellas que provienen de Estados Unidos.

La doctora destaca que en el área donde trabaja participan en su mayoría mujeres, y para ella trabajar en una institución de gran importancia como el IICAN la enorgullece, ya que a lo largo del tiempo ha visto todo el avance del instituto y se siente orgullosa de trabajar ahí.

Lo que más disfruta de dedicarse a las ciencias es cuando encuentra a sus alumnos de posgrado en el Sistema Nacional de Investigadores; se siente satisfecha también cuando sus estudiantes de doctorado están trabajando con ella en la misma línea y se apasionan en los proyectos futuros y los resultados. También disfruta dar respuestas a la gente, sobre todo cuando realiza estudios de Geofísica ambiental, lo cual para ella es motivador.

Entre sus propósitos está consolidar su línea de investigación. Considera que sus artículos publicados la han hecho feliz. Desea continuar en el SNI y subir de nivel, por lo que va a trabajar para lograrlo, pues es una manera de reconocer su trayectoria nacional y continuar en la formación de estudiantes de doctorado.

Una de las experiencias que recuerda fue durante sus estudios en Física Marina. Ella, junto con sus compañeros, se encontraba realizando un viaje en barco para una práctica de campo, cuando terminaron su guardia de noche salieron los submarinos militares a flote, para ella fue un paisaje increíble y un recuerdo hermoso. 

Considera importante que exista un día conmemorativo para la niña y la mujer en la ciencia, ya que en su país hay pocas mujeres que se dedican a este ámbito. Ella colabora con universidades en Marruecos y tiene codirecciones de maestrías y doctorado. La decisión de colaborar en su país fue porque desea demostrar a las jóvenes que una mujer puede continuar en la ciencia, que pueden avanzar y hacer trayectoria: “Este día es justamente para recordar a todas las niñas que quieren y se apasionan que sí es posible y que hay muchas mujeres en el mundo que se están dedicando a eso y están logrando algo muy importante, están haciendo cambios”. Más allá de ganar un premio nobel, o descubrir algo, considera que necesitamos demostrar que una mujer puede dedicarse a la ciencia. 

Elia Herminia Valdés Miramontes

Es Química Farmacobióloga, maestra en Ciencias de los alimentos, doctora en Biosistemática de productos bióticos, utilización de recursos naturales y agrícolas por la Universidad de Guadalajara. Actualmente se desempeña en el área de las Ciencias Biológicas en el IICAN e imparte clases en materias de Bioquímica de los alimentos y Bromatología, además colabora en áreas como la Inmunología.

Se interesó por la ciencia desde pequeña y por la influencia de una de sus hermanas que estudió Química y Farmacobiología. Le gustaba lo que ella hacía y comenzó a interesarse en el área de los análisis químicos de los alimentos.

Su línea de investigación en propiedades nutricionales de los alimentos se basa principalmente en evaluar la composición nutricional, ya sea de alimentos industrializados, procesados o naturales y evaluar la calidad desde la composición nutrimental. Tiene 15 años ofreciendo la evaluación de productos alimenticios preenvasados a empresas y microempresas.

Dedicarse a la ciencia le ha brindado bastantes satisfacciones. Disfruta impartir clases a nivel licenciatura y a nivel posgrado. Para ella el aprendizaje es algo que nunca termina. Por otra parte, explica que algunas de las carencias que existen en el ámbito científico son las económicas.

En cuanto a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la ciencia comenta que los protagonistas en investigaciones siempre han sido hombres, pero considera que actualmente todo se va equilibrando: “Cada vez hay más mujeres que nos estamos dedicando a la ciencia, que podemos tener los mismos puestos que los hombres, publicamos artículos, ya no sólo estamos en el laboratorio ayudando a otras personas, nosotras somos capaces de desarrollar proyectos de investigación importantes”. 

Formar parte del IICAN del CUSur le da satisfacción: “Las mujeres trabajamos muy bien (…) y también es importante mencionar que se trabaja en armonía”. Además, expresa que a pesar de las limitaciones económicas, no detendrán la investigación. Destaca que han publicado bastantes artículos en revistas internacionales, capítulos de libros, y a pesar de la pandemia, han seguido adelante.

Su parte favorita de dedicarse a la ciencia es involucrar a los alumnos en los proyectos de investigación y ver el desarrollo que tienen a lo largo de su maestría o doctorado, cómo evolucionan y adquieren conocimiento relacionado con la alimentación. Sus propósitos son continuar haciendo investigación sin descuidar la docencia: “Me encanta la docencia, si volviera a nacer la volvería a elegir, cada vez que doy clases las doy con el mismo gusto con el que las dí por primera vez”. 

Ha permanecido varios años como docente y ha estudiado su maestría y doctorado, además forma parte del IICAN  y pertenece al SNI, lo cual la llena de satisfacción y orgullo, además ha publicado artículos científicos, capítulos de libro que se visualizan a nivel internacional, pero lo más importante para ella es ver el avance de sus alumnos del IICAN y de sus compañeras investigadoras. 

El mensaje que le gustaría dar a las mujeres que desean dedicarse a la ciencia es que se quieran mucho, que se valoren, que vean que son sumamente importantes, que tengan una buena autoestima: “Para mí ha sido un punto clave en mi vida, decir que lo que me propongo lo puedo lograr, independientemente de ser mamá, o de ser esposa o mujer lo puedo lograr”. 

Alma Gabriela Martínez Moreno

Es licenciada en Psicología por la Universidad Juárez del Estado de Durango, maestra en Ciencia del Comportamiento, opción Análisis de la Conducta por la Universidad de Guadalajara, doctora en Ciencia del Comportamiento, opción Análisis de la Conducta por la Universidad de Guadalajara, cuenta con un posdoctorado en Neuroendocrinología de la ingesta mineral por la Universidad de Oviedo, España. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II. Actualmente forma parte del IICAN y trabaja la línea de investigación del comportamiento alimentario desde la perspectiva psicológica.

Su línea de investigación es la ingesta de consumo de azúcares en los organismos y sus efectos en la conducta, misma línea que se ha ido expandiendo gracias a la intervención de sus estudiantes desde otras áreas como la nutrición y la medicina.

Martínez Moreno externa que estudió psicología sin tener mucha idea de lo que era y tuvo la fortuna de que le gustara la carrera. La ciencia llamó su atención desde que uno de sus profesores de licenciatura le impartió algunas materias sobre técnicas proyectivas: “Convivir con investigadores fue una sorpresa muy grata porque me gustó mucho la forma de trabajo en equipo, la sistematicidad, la disciplina”. Por lo anterior, deseó continuar su carrera estudiando un posgrado en investigación relacionado con psicología, eso la llevó a estudiar la maestría y el doctorado en ciencia del comportamiento en la Universidad de Guadalajara. Sus aprendizajes en la parte formativa de la investigación, además de la metodología y los  tecnicismos, han sido saber equilibrar su vida, entre el trabajo, su vida personal y social.

La doctora Martínez Moreno ha tenido la fortuna de ser siempre bienvenida en los grupos de trabajo donde ha estado, sin embargo, algo de lo que cree que carecen las mujeres científicas es la visibilidad, pues en su punto de vista, tienden a estar detrás de los grandes proyectos: “Trabajamos igual, colaboramos igual, aportamos igual, las mismas ideas, los mismos horarios o a veces más, pero la cabeza del proyecto generalmente es la de un hombre”. Esta situación es algo que la doctora Martínez ha notado a lo largo de su trayectoria, ante ello considera que esto debe cambiar, pues hay grandes proyectos e investigadoras aportando ideas importantes: “Nos hace falta un poquito más de orientación, de revisar casos de éxito para animarnos a ser la cara o la cabeza del proyecto de un grupo de investigación”. Ante ello se ha percatado de que las nuevas generaciones tienen una visión distinta, la cual, seguramente será positiva.

Ser parte del IICAN es algo muy grato para la doctora, algo que de pronto no dimensiona, pues todas sus compañeras de trabajo son mujeres y tiene la fortuna de convivir con ellas en diferentes ámbitos y sobre todo, de compartir las mismas preocupaciones o tareas en la que todas trabajan, como impartir clases, ser madres o hacer publicaciones. 

Su parte favorita de dedicarse a la ciencia son dos momentos, uno es la parte experimental si se consigue una variable o si se descarta su hipótesis, y la segunda es ver a sus estudiantes plantear un problema o una idea y su reacción al descubrir algo nuevo. Sus objetivos son ascender de categoría en el SNI, lo que significa mucho para ella por el trabajo realizado, además de continuar con su línea de investigación sobre los endulzantes y azúcares.

Han sido muchas sus experiencias gratas en el ámbito científico, entre ellas cuando sus alumnos reciben un reconocimiento fuera de la universidad de Guadalajara, presentan sus trabajos a otros foros, a otros lugares o con otros investigadores y que obtengan un reconocimiento.

Considera que es de gran importancia  que exista un día conmemorativo para las mujeres en la ciencia porque cuando ella estudió la primaria, la secundaria y la preparatoria, no existía un acercamiento de las niñas y las jóvenes a la ciencia, y el hecho de que desde pequeñas se les enseñen casos de éxito, las grandes investigadoras y lo que han hecho por el bienestar de los seres humanos le parece fundamental: “Me gustan mucho estos eventos, los sigo mucho, trato de participar en ellos porque en mi época de niña no existían este tipo de acercamientos y para mí es muy bonito ver que desde niñas se adentren a este mundo de lo científico”.

Un mensaje que desea dar a las jóvenes y niñas que quieren dedicarse a la ciencia  es que cualquier persona puede convertirse en un científico, considera que es importante saber de qué se trata. Por lo que las invita a que, si tienen la oportunidad de integrarse a un proyecto científico en cualquier área, lo hagan, de esta forma se darán cuenta en qué consiste y sobre todo probarán sus  habilidades y sus capacidades.

De acuerdo con información brindada por la UNESCO, mundialmente sólo el 30% de las mujeres eligen disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Este dato refleja la necesidad de incentivar a las niñas y a las mujeres a interesarse en estas áreas que durante la historia han sido consideradas exclusivas para los hombres. Cada uno de estos testimonios de investigadoras del Centro Universitario del Sur pretende comprobar la importancia de que las mujeres ocupen espacios en la ciencia, se interesen en el campo de la investigación y desarrollen habilidades de liderazgo. 

nadia.gcea@alumnos.udg.mx

livier.lopez@cusur.udg.mx