Hay lesiones en la piel que pueden parecer inofensivas, pero que, en realidad representan un riesgo para la salud

Arely Gissell Ramirez Cibrián

Jesús Iván Martínez Ortega

Es importante reconocer que en la piel pueden existir lesiones aparentemente inofensivas que, en realidad, pueden representar riesgos para la salud. Un ejemplo claro son las queratosis seborreicas, lesiones cutáneas benignas y comunes que suelen manifestarse en personas mayores de 30 años, siendo su aparición más frecuente en individuos de mayor edad. Este tipo de lesiones está estrechamente relacionado con el proceso natural de envejecimiento y la exposición prolongada al sol. Se presentan en forma de placas o manchas escamosas de diversos colores, que pueden variar entre amarillo, marrón, marrón oscuro, gris o negro, y su tamaño puede cambiar con el tiempo. Por lo general, se localizan en áreas con presencia de vello, como la cabeza, el cuello, el tronco y las extremidades.

Cuando un médico de atención primaria o un dermatólogo se encuentra con una lesión que presenta las características típicas de las queratosis seborreicas, es común que descuide realizar una investigación exhaustiva e incluso omita el uso de herramientas como el dermatoscopio o una lupa. Esto se debe a que las queratosis seborreicas son lesiones benignas.

Sin embargo, es en estos casos cuando se hace necesario llevar a cabo una investigación más detallada. Esto se debe a que existen enfermedades de la piel que pueden pasar desapercibidas al parecer afecciones benignas. Un ejemplo claro es el melanoma, un tipo de cáncer de piel que puede presentarse de manera similar a una queratosis seborreica. Esta similitud puede generar confusiones en el diagnóstico, ya que ambas condiciones pueden mostrar manchas pigmentadas en la piel. Distinguir entre el melanoma y la queratosis seborreica a simple vista puede ser difícil, lo que puede ocasionar retrasos en el tratamiento adecuado del melanoma. Esto es preocupante, ya que el melanoma puede ser potencialmente mortal si no se aborda de manera temprana y adecuada.

Recientemente nos enfrentamos a un caso intrigante en el que un melanoma fue inicialmente confundido con una queratosis seborreica. Se trata de una mujer de 50 años, sin antecedentes de enfermedades crónicas conocidas, que presentaba una lesión asintomática e irregular que parecía ser una queratosis seborreica y que había estado presente durante seis meses. A pesar de las primeras sospechas basadas en su apariencia, estudios posteriores arrojaron un diagnóstico sorprendente de melanoma. Afortunadamente, gracias a una detección oportuna y al uso del dermatoscopio, pudimos sospechar y confirmar el diagnóstico mediante una biopsia. Este procedimiento médico implica tomar una pequeña muestra de tejido o células del cuerpo para examinarlas detalladamente en un laboratorio.

Con el fin de evitar posibles complicaciones, resulta imperativo promover la conciencia acerca de la importancia de buscar atención médica ante cualquier lesión en la piel. La detección temprana, respaldada por la minuciosa evaluación de expertos y el uso de herramientas de diagnóstico como el dermatoscopio, es fundamental para identificar y tratar oportunamente las lesiones cutáneas que podrían representar un riesgo para la salud. Ante la presencia de una lesión sospechosa, es importante que el médico general, basándose en la evaluación física, remita al paciente a un especialista para garantizar un diagnóstico y tratamiento rápidos. La prevención y la atención proactiva son esenciales para mantener la salud de la piel y evitar posibles complicaciones a largo plazo.

Si te interesa leer más del tema, aquí tienes la referencia del artículo: https://www.cureus.com/articles/195092-retrospective-analysis-of-a-seborrheic-keratosis-like-melanoma-on-the-head#!/

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