Desde su adquisición en el centro universitario se ha trabajado con las impresoras 3D en diferentes proyectos académicos, como en estructuras para drones y en la impresión de una prótesis de mano para hacer pruebas biónicas

Fotografía: Nadia Cea

Álvaro García

En la actualidad las impresoras 3D se han convertido en una herramienta útil en el ámbito médico, tecnológico e industrial, por su capacidad de imprimir todo tipo de materiales en un corto tiempo sin la necesidad de tener en casa un taller de fabricación.

Abraham Jair López Villalvazo, doctor en Redes Emergentes y coordinador de Tecnologías para el Aprendizaje en el Centro Universitario del Sur (CUSur), menciona que el objetivo de tener las impresoras 3D en el campus es generar nuevos prototipos tecnológicos, llevar a cabo proyectos por parte de la comunidad universitaria y que se promueva y motive los estudiantes a participar en dichos proyectos. 

“Tenemos 4 impresoras. Son dos modelos diferentes, una es modelo Ultimaker 3 y la otra es una Photon Mono X de la marca Anycubic, son dos impresoras de cada modelo con dos tecnologías diferentes”. Comenta López Villalvazo.

Fotografía: Nadia Cea

De acuerdo con el doctor, la impresora Ultimaker 3 funciona con un cabezal que se encarga de traer un filamento, el filamento no es otra cosa que un hilo de plástico enredado en un carrete. La función del cabezal es jalar el filamento, lo funde y lo hace una gota, posteriormente lo va pegando en la plataforma que genera la figura que se imprime.

Las impresoras Photon Mono X trabajan con una resina epóxica que se coloca en un recipiente el cual se posiciona en la base de la impresora, donde hay una pantalla que emite luz ultravioleta, ésta solidifica y dibuja el contorno de la figura que se requiere imprimir, y con un brazo se va realizando capa a capa la impresión.

Para llevar a cabo el proceso de impresión Abraham López indica que primero se tiene que diseñar la pieza en un programa donde se crea el modelo en 3D, este tipo de programas permiten diseñar piezas con mucha precisión, e incluso hacer ensambles entre varias cosas que cuadran exactamente sin ningún problema, una vez obtenido el diseño, éste se tiene que guardar en un formato de archivo STL para llevarlo a la impresora donde se detallan los últimos procesos de impresión, los cuales son una escala de la figura o la rotación de ella para una mejor impresión.

Desde su adquisición en el centro universitario se ha trabajado con las impresoras 3D en diferentes proyectos académicos, como en estructuras para drones y en la impresión de una prótesis de mano para hacer pruebas biónicas. Actualmente se está trabajando en un proyecto de un par de drones para batimetría y fotogrametría, uno de ellos es de modelo acuático para el monitoreo de la laguna de Zapotlán, además, durante el inicio de la pandemia estuvieron imprimiendo alrededor de 200 caretas para el personal del CUSur y donaron otras a diferentes instituciones.

El doctor López Villalvazo espera que el Laboratorio de Tecnologías para el Aprendizaje esté disponible próximamente para que la comunidad universitaria pueda desarrollar sus proyectos con diferentes tecnologías, ya sea desde detalles muy simples hasta complejos.

aantonio.garcia@alumnos.udg.mx